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Creer lo Increíble o lo Antiguo y lo Nuevo en...
<p><span>A partir de las presentaciones redactadas por Emmanuel y Charles d’Hooghvorst a propósito de <em>El Mensaje Reeencontrado de Louis Cattiaux</em>, el autor, profesor de la Universidad de Barcelona, describe el encuentro de estos tres hombres. Habla de una amistad ejemplar, que merece ser recordada, pues no se fundamenta en un sentimiento humano sino en el contenido misterioso de la obra de Louis Cattiaux.</span><br /><span></span></p>
<p><span>El libro recoge los artículos de los hermanos d’Hooghvorst ordenados cronológicamente de manera que un material documental se convierte en una ensenanza tradicional y en un debate apasionante sobre lo nuevo y lo antiguo en el devenir de la humanidad y, obviamente, en la historia de las religiones. </span></p>
Precio
20,00 €
Tu carácter
<p>Con un texto sencillo, ameno y sugestivo y más de 250 ilustraciones, Tu carácter permite conocer rápidamente el temperamento de una persona por sus actitudes y los rasgos de su rostro.</p>
<p>Tu carácter nos enseñan también a descubrir nuestro defectos y cualidades, para corregirlos en provecho propio.</p>
<p>Por todo ello tu carácter es indispensable para cuantos aspiren a forjarse un porvenir; para quien tienen la misión de formar y dirigir a otros: padres, jefes y educadores; para los que por su cargo o profesión han de tratar con desconocidos o buscar la colaboración de asociados o empleados de confianza.</p>
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Precio
20,00 €
El Rey de las Espadas
<p>Siguieron caminando hasta que llegaron a unas escaleras de piedra blanca que terminaban en el ombligo de una enorme estatua. Kwll comenzó a subir, moviendo torpemente las cuatro piernas. Al fin, entraron por la redonda abertura y se encontraron en una enorme habitación iluminada por la luz que caída de la lejana cabeza de la estatua. Y en el centro de la luz había un grupo de criaturas armadas, como dispuestas para el combate. Eran a la vez deformes y bellas y llevaban una gran variedad de armaduras y armas. Algunos tenían cabezas que parecían de bestias, mientras que otros parecían hermosas mujeres.</p>
<p>Córum supuso que eran los Duques del Infierno, los que servían a Mabelode, Rey de las Espadas. Uno de los Duques, iba desnudo y era alto. Su blanca piel era suave y sin vello, perfectamente proporcionado, pero no tenía cara. Córum supo que era Mabelode, llamado el Sin Cara.</p>
Precio
7,50 €
