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La misión del alma
<p class="resumen">Nos encontramos en el umbral de una Nueva Era, propiciada por la Precesión de los Equinoccios, y la inevitable participación de nuestro pequeño planeta en la compleja Red de corrientes cósmicas que tejen sin cesar la urdimbre de ese magno misterio que llamamos la Realidad, el Universo Manifestado, en el que todos “vivimos, nos movemos y tenemos el ser”.</p>
<p>Quienes cumplen con el sagrado deber de renovar cíclicamente la presentación formal de los Misterios Universales, nos informan de que hay una transición de 500 años entre la salida de una Era zodiacal y la entrada de la que le sigue, de acuerdo al aparente movimiento retrógrado de la precesión equinoccial. Cuando tuvo lugar la transición que precedió a la actual, las vidas de servicio mundial del Buda y del Cristo, separadas aproximadamente por cinco siglos, presidieron ese tránsito de la Era del Carnero (Aries) a la era de los Peces (Piscis). Desde entonces, las energías de la Sabiduría y del Amor, que ellos introdujeron en nuestra atmósfera psíquica y mental, están disponibles para todos los que emprendan el camino de identificación con su inherente naturaleza cristo-búdica. En el nuevo ciclo que ahora enfrentamos, la Era del Aguador (Acuario), la Humanidad tiene la ocasión de reconducir nuestra Historia colectiva a un territorio nuevo, el territorio de la fraternidad y de la unión esencial de todos los seres humanos, inteligentemente percibida, y aplicada desde la vivencia sabia y amorosa de nuestra condición humana.</p>
Precio
16,00 €
Pequeña guía para ser feliz
<p><span>“La vida está hecha de momentos, trocitos de mica en un estrecho y largo camino de granito. Sería maravilloso que nos llegaran intactos, pero eso no puede ocurrir. Tenemos que aprender a vivir, vivir realmente...amar el viaje ,no el destino.""</span></p>
<p>Anna Quindlen, novelista y periodista, reflexiona sobre qué hace falta para “tener una vida plena”: disfrutar del día a día siendo tú mismo, en lugar de dejar que pase el tiempo. “Porque si no supiéramos que las agujas del reloj avanzan, sería muy fácil desperdiciar el tiempo”. Su madre murió cuando ella tenía diecinueve años: "en ese momento, pasé de ver el mundo en blanco y negro a disfrutarlo en tecnicolor… Aprendí algo sobre la vida, que es gloriosa y que no sirve de nada pensar que es para siempre”. Pero, ¿cómo vivir pensando así?. En este libro,<br />Anna Quindlen nos guía en ese camino.</p>
Precio
6,00 €