El tiburón, conocido como la perfecta máquina viviente, puede ser el portador de la clave que permita la regresión de tumores y carcinomas. Su acción terapéutica y preventiva se extiende, con resultados alentadores, al tratamiento de otras enfermedades degenerativas e incluso la artritis y la psoriasis.
¿Puede el cartílago de tiburón constituirse en un medio eficaz para lograr la regresión de los procesos tumorales y los carcinomas? En 1971, The New England Jornal of Medicine, prestigioso medio dentro de la prensa médica, publicó un trabajo del Dr. Folkman en el que se afirmaba que los tumores no pueden desarrollarse sin una red de vasos sanguíneos que los nutra, proceso denominado angiogénesis en la terminología médica.
El Dr I.Willian Lane descubre que el cartílago de tiburón contiene una substancia que puede inhibir de una manera significativa el progreso de la angiogénesis en los tumores y de las metástasis en los carcinomas.
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Los tiburones no enferman de cáncer
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