

Así como un electrocardiograma muestra con sus trazados el funcionamiento del corazón y un electroencefalograma indica la actividad de la corteza cerebral, el trazado voluntario de los distintos garfeas que forman las palabras puede darnos un panorama acertado de la personalidad de quien los haya escrito.
La escritura manuscrita es realmente un espejo en el cual se refleja la personalidad, incluso aquellas zonas oscuras que tratan de ser ocultadas en la vida diaria. Pero hay más aún. Por medio de la escritura se pueden corregir tratornos emocionales o psíquicos. Mente y mano siguen un mismo impulso al escribir. Este libro ofrece la posibilidad de realizar análisis completos de escrituras para emitir juicios grafológicos acertados y precisos. Los iniciados en el tema tendrán una herramienta más de conocimiento y la posibilidad de disfrutra develando los misterios de la manera de escribir de cada persona.
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