

Vivir la propia muerte
Cotidianamente, experimentamos pequeñas muertes, pequeños finales. En cada etapa de nuestra vida, la infancia, la adolescencia, la etapa adulta, la vejez, ocurren momentos decisivos, puntos de inflexión. Tal vez sobrevino la muerte de algún ser querido, la pérdida de nuestro trabajo habitual o una situación emocional que nos desborda tras una separación.
Keleman expresa su convencimiento de que cada ser humano puede construir su propia forma de morir. Vivir la propia muerte nos lleva a una concepción profundamente humanista, al mostrarnos que podemos vivir nuestra vida con plenitud y llegar a experimentar nuestro proceso de morir de forma organizada e incluso placentera.
Su agradecimiento a la reseña no pudo ser enviado
Reportar comentario
Reporte enviado
Su reporte no pudo ser enviado
Escriba su propia reseña
Reseña enviada
Su reseña no pudo ser enviada
Vivir la propia muerte
check_circle
check_circle